domingo, 4 de octubre de 2015

la Peña de Francia

La Peña de Francia. O la Montaña Mágica, al más puro estilo de Thomas Mann. Su perfil inconfundible se percibe fácilmente. Son 1723 metros de altura. Si ya parece una hazaña en tiempos actuales, ni qué decir tiene que debía ser tarea titánica su ascenso en tiempos medievales. Desde luego, si los monjes buscaban la paz y el aislamiento para elevar la oración cerca del cielo, lo lograron en la ubicación idónea.
El santuario dominico acoge a la Virgen Morena, patrona de la provincia salmantina. Una hospedería, varios miradores y una torre de comunicaciones completan el conjunto. Y el cielo inmenso que se abre ante los ojos del espectador, atónito ante tanta belleza, tanta paz, tanto silencio.
El topónimo Francia está relacionado con la repoblación medieval de estos parajes con gentes venidas de lejanas tierras. Según una leyenda, fue un estudiante francés, Simón Vela, quien encontró en una gruta la figura de la Virgen en 1434. Y es en honor a ella que se celebra una romería cada 8 de septiembre.
La visita merece la pena por el santuario, por la paz que se respira, por el paisaje, por esos riscos habitados por cabras montesas. Un rincón de oración y plegarias cerca del cielo que deleita los sentidos.








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